Influencia de los conflictos sociales, políticos y climatológicos, en la arquitectura, el urbanismo y la forma de vida

viernes, 17 de diciembre de 2010

"GRAFFITIS" EN EL PORTAL DE BELEN

¿Como llegarían María y José en Diciembre del 2010 a Belén?
¿Qué trámites y condiciones se les exigiría?
¿Cuánto tiempo esperarían en las largas colas que se originan en el ilegal y vergonzoso muro que rodea la ciudad?
La ciudad de Belén, se llena estos días de turistas con sus visados reglamentarios y completará este mes un año récord para el sector turístico con hoteles a plena capacidad; se preve una llegada de 90.000 visitantes para las fiestas navideñas; igualmente resultará sencillo para autoridades religiosas y políticas entrar y permanecer en la ciudad. Pero, para los habitantes de Israel y Palestina, ¿es igual de fácil moverse por sus territorios, pueblos y ciudades?
En el "Portal de Belén", existe una barricada de tres pisos de altura coronada por alambre de púas, sólo a unos pocos residentes de Belén se les permite salir, los soldados israelíes, armados con rifles de asalto examinan los documentos y registran los coches. El muro impide a la gente desplazarse, trabajar o hacer su vida libremente.
En las Puertas o “Portales” de Belén, trás el muro, existen tres campos de refugiados palestinos que conviven con bloques de apartamentos construidos caóticamente. Las colonias judías se alzan sobre los montes y las colinas provocando un paisaje plagado de grúas de construcción.



En el distrito de Belén, que incluye la ciudad y los poblados vecinos, hay cerca de 180 000 palestinos, de los cuales más o menos 25 000 son cristianos; prácticamente todos viven en la zona urbana de Belén y en dos poblados satélites, Beit Jala y Beit Sahur. La geografía de la región incluye 22 asentamientos judíos, con una población cercana a los 80 000, y al menos una docena más de campamentos conocidos como "puestos de avanzada" que a menudo solo son un círculo de casas móviles destartaladas.
Uno de los asentamientos judíos más grandes en el área de Belén es Har Homa., sus flamantes edificios de apartamentos se levantan cerca de Belén, justo al otro lado del muro,


Todos los días de la semana, cientos de personas han de cruzar el muro para salir de Belén y buscar empleo en el estado israelí. Permanecen de pie dentro de una gran jaula de metal donde esperan que se les registre y se les tomen sus huellas después de pasar por el detector de metales; el trámite suele durar más de dos horas. Se prioriza, para poder pasar por el puesto de control, el hecho de que estén casados y tengan hijos, situación que garantiza al ejército israelí el regreso de los trabajadores.
En el exterior del muro, uno tiene la sensación de estar en el interior de una presa. El ingreso en la ciudad resulta aparatoso, está prohibida la entrada, por orden militar a los civiles israelíes, y para el resto, el protocolo obliga a pasar de un coche israelí a otro palestino en un punto de vigilancia del ejército judío, donde una puerta de acero controla el acceso.
En 2004 el tribunal Internacional de Justicia de La Haya, declaró este muro (que rodea a Belén en tres direcciones) ilegal, ya que la barrera corta tierras palestinas y ha aislado a más de 450.000 personas.



Pero el muro de Belén, se ha convertido en “una serpiente de graffiti”, “Artistas sin Barreras”, una organización compuesta por palestinos e israelíes, protestan a través del arte y la no violencia contra la construcción del muro. No sólo exhiben sus pinturas, van más allá ofreciendo conciertos, proyectando películas, colgando fotografías o creando vídeos.
Estos graffitis son alegorías pacifistas llenas de ironía, como palomas con chalecos antibalas, piernas que atraviesan la barrera, o soldados intimidados por niños.



Precursor de estas actividades fue sin duda el artista inglés Blanksy, que en 2005, invitado por la organización, empezó realizando pinturas sobre el muro de Belén, no sin antes, preguntar en un acto, considerado de provocación por las autoridades, si era punible pintar sobre un muro declarado ilegal por la Corte Internacional de Justicia. Este artista nacido en Bristol, Gran Bretaña, alcanzó su fama de provocador al introducir cuadros de protesta contra la guerra en Irak en cuatro museos neoyorquinos; destacaba un escarabajo con misiles en las alas que permaneció colgado durante cuatro días en el Museo de Historia Natural de Nueva York hasta que fue detectado.
Un graffiti de dos sofás junto a una ventana desde la que se ve la montaña forma parte de la nueva imagen del muro de Belén en el lado palestino. En otro punto de la barrera de 680 kilómetros, se puede ver a dos niños con palas en medio de una paradisiaca playa tropical.




Por otro lado, destacan las fotografías de gran formato de rostros cómicos y sonrientes en blanco y negro de palestinos e israelíes realizadas por el fotógrafo JR en 2007, en una intervención que intenta humanizar lo inhumano.
El proyecto Face2Face, se encuadra en la estrategia activista que JR ha puesto en marcha en distintos lugares en conflicto del planeta; consiste en retratos intuitivos, a menudo en blanco y negro de palestinos e israelíes con la misma profesión, o que ejercen la misma función social (como profesores, religiosos etc.), imprimir estas imágenes en gran formato y encolarlos en espacios urbanos donde su significado sea potente, situándolos a los dos lados del muro



Los autores del proyecto creen que tanto palestinos como israelitas son casi hermanos, tienen las mismas caras, hacen los mismos trabajos, hablan casi la misma lengua y pretenden ponerlos cara a cara para que vean que el conflicto no tiene sentido y que en el fondo son iguales.
En cualquier caso, estas expresiones, otorgan al lugar una dignidad que le es negada a menudo, en medio de un gris paisaje de “deshumanización del otro”, ahora tan de moda en nuestra sociedad hipermercantilizada y profundamente desigual.




"Feliz navidad"


viernes, 19 de noviembre de 2010

SAHARA. EJEMPLO DE VIDA EN EL OASIS DE LA ESPERANZA


Aunque la población de la legítima República Árabe Saharaui Democrática, se vea obligada a vivir en campamentos lejos de sus propias ciudades actualmente ocupadas por la población invasora, y tras explosivo muro que fragmenta el territorio, los saharauis han convertido el desierto árido de su exilio en un entorno propicio, en una lucha diaria contra el paisaje sombrío, han conseguido hacer florecer sus campos de refugiados.
Este pueblo ha optado por utilizar la ayuda exterior para gestionar su autosuficiencia, haciendo hincapié en la participación popular y la formación; con la moral alta, la dirección orientada hacia el futuro, y la experiencia práctica, han superado las dificultades del exilio, demostrándonos día a día, que acampando "en la nada", se puede crear una verdadera urbe y un verdadero estado.
El campamento, ya sea de refugiados o desplazados, es siempre el resultado de la tensión, es una consecuencia política. Pero después del momento de emergencia, los campamentos de refugiados se convierten rápidamente en un espacio organizado y ordenado.
A consecuencia de la invasión de Marruecos y del abandono del antiguo colonizador, España en 1975, la población civil saharaui se estableció en las proximidades de Tindouf (Argelia), donde el gobierno argelino permitió el asentamiento de los campamentos de refugiados. Desde entonces los campamentos están administrados con total autonomía por las autoridades de R.A.S.D

En Tindouf, se encuentra el aeropuerto militar y es el punto de comunicación saharaui con el exterior, en Rabuni, se localiza el Estado Mayor, el Protocolo y el Hospital Central y a nivel inferior administrativamente éstan los campamentos que se estructuran en cuatro grandes núcleos poblacionales denominados “wilayas” con los nombres de Aaiún, Dajla, Auserd y Smara, todos situados cerca de la ciudad argelina de Tindouf y separados por distancias de entre 9 y 30 Km, excepto Dajla, que se localiza 200 Km más al sur. El campamento de Dajla se ubicó más distanciado de los demás por motivos estratégicos, con el fin de poder garantizar la supervivencia de la población en el supuesto de ataque de la aviación marroquí a los campamentos. Además de éstos cuatro, encontramos otro campamento nacido del centro de formación para mujeres "27 de Febrero" donde residen las alumnas con sus familias.
Cada wilaya está encabezada por un wali (Gobernador), que es quien dirige el Consejo Popular Provincial. Las Wilayas como demarcación territorial están divididas en seis o siete “dairas” (localidades), a cuyo frente se encuentra el Consejo Popular Local, compuesto por su Presidente (Alcalde), un Juez, un Adjunto y los responsables de los cinco Comités Populares (Salud, Puericultura, Justicia, Abastecimiento, Producción y Creatividad Artística).
La dirección de los campamentos queda en la mayoría de los casos en manos de las mujeres, ya que los Comités y Subcomités están dirigidos prácticamente por mujeres en todas las dairas. Este papel importante de la mujer, tiene sus raíces en la antigua distribución de actividades de la sociedad nómada tradicional, en la que el hombre se encargaba de la guerra y la mujer queda a cargo del "frig" o grupo de jaimas.
En las wilayas se organizan las dairas alrededor de las dependencias comunes: escuelas y centros culturales, centros de salud, almacenes de alimentos y depósitos de agua, centro administrativo y huertos.
Cada daira se divide a su vez, con una estructura cruciforme, en cuatro barrios denominados "heno"en el centro de los cuales se ubican el centro administrativo de la daira, el dispensario, la escuela de preescolar, almacenes y talleres; cada heno tiene una cisterna de agua. En una zona determinada de la daira, alejada de las jaimas, se ubican los corrales para los animales y los huertos.

La comunicación entre wilayas y dairas la constituyen pistas y caminos ya que solo existen dos carreteras, una entre Tindouf y el centro de recepción de Rabouni y otra entre éste y la wilaya de Smara.
El mercado o "marsa" se dispone generalmente en el centro de la wilaya, mientras que las tiendas de barrio cubren las necesidades en la lejanía de las dairas. Su estructura y diseño viene determinado por el tipo de producto, manufactura, y valor. Las tiendas de un mismo tipo suelen estar agrupadas y se buscan zonas de mayor tránsito.
La población vive en jaimas (tiendas de lona) que constituyen la vivienda familiar, alrededor de la jaima, se sitúan varias dependencias de adobe: la cocina, la letrina y, al menos, una habitación. Lógicamente, carecen de instalación eléctrica y de canalización de agua, a excepción de los pozos existentes.
Las zonas de explotación de los recursos hídricos subterráneos para abastecer a la población refugiada se sitúan en los alrededores de los campamentos de El Aaiún, Rabouni y Dajla. Dadas las condiciones climáticas extremas de la zona, la supervivencia de la población depende directamente del suministro de agua subterránea. Una de las actividades que más esfuerzo requiere por parte de las mujeres es la gestión del agua para uso doméstico, cuya tarea pasa por la recogida del agua de los depósitos de zinc y su organización en la jaima. La escasa cantidad de agua que disponen por persona, hace que las mujeres saharauis tengan que hacer verdaderas pericias para que el agua llegue para todo: el consumo diario, la limpieza del hogar, la preparación de los alimentos, la higiene personal de toda la familia etc..
 

La construcción de casas de adobe consiste en mezclar proporcionalmente el agua y la tierra para elaborar un ladrillo o bric consistente que proteja del calor. Dicha práctica se viene realizando desde 1985 y ha generado un sistema de oferta y demanda de profesionales (principalmente jóvenes) y materiales, en torno a la vivienda, que le convierte en uno de los primeros sectores de la economía de los campamentos; las mujeres excavan el suelo, abren trincheras, transportan el agua que ligará la tierra arcillosa y moldean los adobes en grandes prismas rectangulares que cocerán durante algún tiempo al sol. Como ejemplo de precios por unidad de material de construcción tenemos que las barras de hierro que soportan la jaima es de 14 euros, la tela de la jaima, 600 euros, un metro cuadrado de baldosas 14 euros, un saco de cemento 8 euros, 100 brics 10 euros, una cisterna de 1000 litros 60 euros y las planchas de zinc de entre 2 m y 5 m salen entre 15 y 45 euros.

 Los campamentos muestran toda una lección de aprovechamiento y reutilización de materiales. Los contenedores de la ayuda internacional se han convertido en edificios de almacén o vivienda. Con chapa de los vehículos bombardeados, alambre y cuerda puede hacerse un corral; los barriles metálicos se encuentran a cada paso, reconvertidos en depósitos. No hay nada que se desperdicie ni que se deje de reutilizar, en un lugar en que tan poco desecho hay de cualquier tipo.

En el campo de la sanidad, sus logros han sido altos; hoy día mientras que los refugiados y personas desplazadas de gran parte del Tercer Mundo, están sufriendo hambre y enfermedades la mayoría de exiliados saharauis son saludables. La atención médica tiene tres niveles de actuación: local (daira), provincial (wilaya) y la nacional. En cada daira hay un dispensario y una pequeña farmacia. Las wilayas poseen un hospital, con capacidad de entre 30 y 50 camas, en ellos además de las salas de hospitalización, existen consultas externas y están equipados para realizar operaciones sencillas. El último nivel lo constituye el Hospital Central, allí se atienden los casos de mayor gravedad, teniendo capacidad para unas 350 camas: en él existe el único laboratorio de los campamentos y su farmacia es la que centraliza y distribuye a los niveles inferiores los medicamentos que aportan la ayuda del exterior.

Actualmente sigue existiendo el nomadeo, cerca de los "uadis" (ríos temporales de alimentación pluvial). En estos parajes, nómadas y saharauis de los campamentos, reponen su salud al alimentarse de una fauna y vegetación escasa pero saludable, ya que los animales toman hierbas y agua de mejor calidad. El número de jaimas agrupadas en el bedia depende de la familia que allí se encuentre, a la que se añaden en ocasiones amigos y conocidos. Se diseminan por todo el desierto en época de lluvia, y en algunos lugares con pozos y vegetación casi anual se han originado asentamientos más o menos estables, con poca población, donde poder comerciar (Bir Tigisit, Bir Lehlu, "El Hoyito"), y que se utilizan principalmente como escala técnica desde Tindouf (300/400 km). En estos sitios se puede comprar comida y líquidos, manufacturas, combustibles, que provienen de los comerciantes que pasan hacia Mauritania, Argelia, Mali, Senegal, Marruecos. Son lugares donde el valor económico de las mercancías puede ser superior al de los campamentos cuando hay menor demanda, o inferior cuando hay que consumir la mercancía.
Quizás sea en el campo de la educación donde la R.A.S.D. ha conseguido uno de los éxitos más espectaculares, pasando de una tasa de analfabetismo de un 85% a la total escolarización de la población entre 3 y 16 años.
Los trabajos se organizan de forma comunitaria a modo de "campañas populares", como el cuidado de los rebaños, el trabajo de las huertas, el reparto de la comida o la construcción de ladrillos.
Las actividades artísticas y culturales forman parte de la vida de los campamentos hasta el punto de haber conseguido organizar el Festival Internacional de Cine del Sahara, resultando paradójico observar el recinto del festival (una amplia zona en el centro del campo con la gran pantalla al aire libre) junto a un camión cisterna abasteciendo de agua.
Mi conclusión es que lo conseguido en estos campamentos es todo un ejemplo, y el entusiasmo democrático que ésta floreciendo en todo el continente africano, tiene en estos campos todo un referente.

Fadel Jalifa. Pintor saharaui.
 Tierra de las colinas.
Dios dará lluvia
que riega tus jardines.
Oh tierra de la colinas.
Las partículas de tu encarnada arena
parecen oro.
Y estando en ti no hemos de preocuparnos
de pinzas para sacar espinas.

"Tierras de las Colinas".
Emhammed uld Tolba. Poeta saharaui.

martes, 14 de septiembre de 2010

LAS CIUDADES DE LA FRONTERA NORTE DE MEXICO. JAULAS DENTRO DEL LABERINTO.

Los migrantes latinoamericanos guiados por el interés de mejorar sus condiciones de vida en la sociedad estadounidense se aglomeran en las ciudades de la frontera México-USA, erigiendo las viviendas y conformando los barrios que constituyen el espacio físico que les integra en el espacio social receptor. En la casa del migrante subyace la ambivalencia del punto de tránsito y las pretensiones de permanencia, generando hechos urbanos cargados de significados fugaces que paradójicamente suelen anclarse en la materialidad del tejido de la ciudad. La tensión previsible entre el barrio que emerge y el núcleo urbano preexistente, entre los poderes asentados y el inestable provoca las prácticas y percepciones que singularizan a las ciudades fronterizas.
Las ciudades fronterizas son puntos de paso. Los barrios de estas ciudades se conforman en actos que disocian la relación de pertenencia entre las personas y el sitio. El tránsito fugaz propicia el sinsentido, la negación del lugar.
La frontera norte de México es la más porosa del mundo, la ansiada línea desértica que mide 3.326 kilómetros y ostenta la mayor cantidad de cruces legales en el mundo (se estima que la traspasan con papeles en regla 350 millones de personas al año), y que, sin embargo, destaca por ser el límite en el que existe el mayor conflicto social, policial, judicial y político entre el país más poderoso del globo y su vecino sureño latinoamericano, que tiene un 18,2% de pobreza extrema y se desgarra con la violencia que le vomita el narcotráfico.

Las ciudades de la frontera norte, con algunas excepciones, se originan por asentamientos surgidos en la segunda mitad del siglo XIX a partir del establecimiento de la frontera con los Estados Unidos en la forma de destacamentos militares o de aduanas. 
A mediados del siglo XX el aumento masivo de emigrantes hace surgir en estas ciudades un fenómeno específico, los “fraccionamientos cerrados” que han impactado en el tejido urbano transformando paulatinamente su concepto.
Los fraccionamientos cerrados son espacios protegidos por muros perimetrales, mantienen controles de acceso y cuentan con vigilancia privada. El muro del fraccionamiento cerrado, al igual que el muro fronterizo, se constituye en barrera para separar, sirve para excluir de intromisiones externas y funciona como obstáculo para segregar no solo el territorio entre naciones sino también el espacio de las ciudades. De esta forma, las ciudades fronterizas se encierran en sí mismas contraviniendo el supuesto cosmopolitismo inherente a las sociedades de frontera. Son ciudades hechas de muros que bajo la justificación de la inseguridad reinante, construyen entornos protegidos y vigilados que al funcionar de manera aisladas a la ciudad, pretenden crear ambientes tranquilos y confortables.



En los últimos años, en la ciudad de Tijuana, los fraccionamientos cerrados constituyen la primera opción de vivienda ofertada por el negocio inmobiliario; la mayor parte del suelo de la ciudad, está ocupada por núcleos cerrados a especie de "guetos" que dividen a la población por sus niveles económicos impidiendo la relaciones e iteraciones entre ellos, el resto, la ciudad originaria, pierde su sentido de relación, la calle pasa a dominio del automóvil y los individuos se concentran en sus recintos cerrados para realizar las actividades de consumo y divertimento.
Existen varios tipos de fraccionamientos (todos ellos cerrados y amurallados) dependiendo del nivel socioeconómico de la población: los de alto nivel, clase media, clase popular y los de interés social; es como si la población hubiese seguido el modelo de muro fronterizo para trasladarlo a su forma vida reproduciéndolo dentro de la ciudad.



Esta especie de guetos cerrados (y con vigilancia propia) no sólo divide a la población por su nivel económico, otros aspectos étnicos y raciales influyen en la elección del lugar para vivir. Uno de los más importantes deriva de el problema que surge en todo Estados Unidos y especialmente en la frontera consistente en la discriminación de los “mexicanos americanos” hacia a los indocumentados recién llegados de México, la actitud se expresa a través de términos como “pobrecitos” “mojados” o incluso la etiqueta de “pinches mojados” es usada con odio y amargura; los denominados mexicanos americanos ven a los indocumentados como personas inferiores dispuestas a realizar cualquier tipo de trabajo.
Los mexicanos americanos en la frontera son descendientes de la ola de inmigrantes de México después del estallido de la Revolución Mexicana en 1910, tienen cimientos de cultura Mexicana pero con la larga residencia en Estados Unidos se han americanizados y no quieren vivir en el mismo lugar que los recién llegados.
Como vemos existen muchos factores que han influido en el nacimiento de estos fraccionamientos más allá de una simple respuesta a la inseguridad, el miedo y el incremento de la delincuencia como se da a entender constantemente por el mercado inmobiliario. Ante ésta situación el trazado urbano clásico construido a partir de un centro político, histórico y religioso que caracterizó a las ciudades de origen latino se debilita a favor de una ciudad fragmentada.


Al recorrer la accidentada topografía de la ciudad de Tijuana es evidente que los fragmentos cerrados se han extendido a todos sus rincones; la densidad de viviendas en los fraccionamientos de nivel medio alto oscilan de las 60 a la 300 viviendas, aumentando éste número a medida que se baja de nivel, los de tipo medio y popular oscilan entre 500 a 2000 viviendas y los de interés social llegan a 15.000 viviendas por recinto cerrado.
El fraccionamiento cerrado de interés social de Las Villas en la ciudad de Tijuana, cuya construcción se inicio a mediado de los 90 del siglo XX, aloja aproximadamente 20.00 viviendas. Esta forma masiva de construcciones enjauladas en la ciudad se realiza bajo la cobertura legal de la figura del condominio, ya que los reglamentos urbanísticos no establecen exigencias en las dimensiones mínimas de las propiedades en régimen de condominio. La topografía montañosa de la ciudad sirve eficazmente para aislar el espacio habitado, así algunos fraccionamientos se sitúan rodeados por un gran talud o rematados por cauces de arroyos.

No sé en qué medida los fraccionamientos cerrados contribuirán a crear ciudades más seguras, pero lo que es evidente es que destruye la diversidad de los usos del suelo, la sustentabilidad, la accesibilidad, la diversidad y la equidad social..

Thoreau afirmó que las fronteras no son el este o el oeste, el norte o el sur, sino allí donde el hombre se enfrenta a un hecho. Las fronteras son zonas de contraste. Técnicamente una frontera es una línea de separación y de contacto entre dos o más Estados, una porción de territorio donde controlar el flujo de la gente, los fenómenos y las relaciones. Pero a los seres humanos no lo separan exclusivamente las fronteras, además de la economía, la lengua, la cultura, y la religión, son factores de división En México, la frontera norte es percibida principalmente como barrera, límite o línea de demarcación entre dos realidades diferentes: la mexicana y la estadounidense, y, por extensión, la latinoamericana y la norteamericana. En resumen, la frontera norte de México es un agujero negro, que absorbe todo lo que pasa por ahí…




Convertir las fronteras en espacios de encuentro y humanización de los flujos e intercambios migratorios es la única alternativa viable frente a aquellas crecientes amenazas. Pasar de las fronteras a los puentes que faciliten ese proceso es un paso imprescindible. Las alternativas para ello son múltiples y reclaman precisamente una actitud creativa, de elaboración de lo necesario, teniendo como horizonte de futuro la construcción gradual de espacios de integración regional donde las fronteras simplemente desaparecen como límites centrados en el control, para avanzar finalmente al planeta entero como espacio de libre circulación, residencia y trabajo para la humanidad.

la frontera Norte. Frida Kahlo
"Muros de fronteras
que nunca lo fueron
o muros tan largos
donde las conciencias
apoyan su espalda
para dormitar.
Muros de alambrada,
de agua, de forja,
muros invisibles,
muros de cristal.
Cesad y rendíos
Muros desalmados,
regresad al polvo
de origen. Caed."

Maria Teresa Sanchez